El Gran Teatro Nacional celebró con gran entusiasmo su undécimo aniversario presentando un memorable concierto con ajustes de accesibilidad en sala principal. Estos ajustes buscaron que la comunidad sorda e hipoacúsica disfrutara de esta experiencia en igualdad de condiciones que las personas oyentes. De tal modo, el enfoque accesible del GTN radica en el diseño, la ejecución y la posterior medición de la percepción de los ajustes ejecutados en la experiencia artística para promover que todas y todos tengamos acceso las manifestaciones culturales. 


El concierto accesible estuvo a cargo de la cantante de música peruana y latinoamericana Carmen Gutiérrez, el cual fue transmitido en vivo gracias a la articulación con Cultura 24. Sin embargo, la experiencia comenzó desde el instante en que los asistentes ingresaron al recinto, pues se diseñó una antesala en el foyer del teatro. 


La “Zona Selfie” se convirtió en uno de los puntos de encuentro favoritos. Los asistentes, impacientes por compartir su emoción, formaron largas colas para tomarse fotos junto a globos alusivos a la fecha, inmortalizando este día especial con amigos y familiares. Al mismo tiempo, los “Murales Participativos” fueron testigos de la diversidad creativa del público, pues mientras algunos escribían sus expectativas y emociones del concierto, otras lo expresaron a través de emojis y dibujos.  

En la imagen, un grupo de personas en la parte izquierda reunidas. De ese grupo, una mujer observa a otra con pelo largo que se encuentra de cuclillas mientras escribe en un panel colorido.


Pero lo más emocionante fue el video que mostraba la tríada colaborativa entre la artista, la modelo lingüística y la intérprete de lengua de señas peruanas. Esta destacada colaboración fue la clave para brindar accesibilidad e inclusión antes, durante y después del concierto. La modelo lingüística, una persona sorda promotora de la cultura sorda y docente de lengua de señas peruanas, compartió las metáforas e intenciones de las canciones del artista a la intérprete de lengua de señas peruanas. Esta labor estuvo a cargo de Adel Tarazona. Así, la intérprete de lengua de señas peruana sirvió de puente entre la comunidad sorda y oyente, permitiendo que todas y todos disfrutaran plenamente de las palabras de inauguración, agradecimiento y del propio concierto. La interpretación en LSP de la parte protocolar estuvo a cargo de Patricia Mendoza y la del concierto a cargo de Emily Escarza.


La antesala no solo fue una experiencia para preparar al público para el concierto, sino también una oportunidad para recoger sus expectativas y emociones hacia el Gran Teatro Nacional en sus 11 años de servicio. Después del concierto, los asistentes volvieron a los murales participativos para compartir sus impresiones, creando un sentido de comunidad y conexión entre todos. Además, se envió una encuesta vía correo para que los asistentes pudieran comentar sobre su experiencia, demostrando el compromiso del teatro por aprender y mejorar constantemente.


La inclusión y accesibilidad ofrecidas durante todo el evento dejaron una huella en el corazón de todos los presentes. Las personas sordas pudieron disfrutar del concierto gracias a la presencia de la intérprete de lengua de señas peruanas, los sobretítulos en el escenario y la instalación de parlantes subwoofer o altavoz para frecuencias graves, instalados al nivel del piso y que permiten sentir las vibraciones. Además, gracias a los voluntarios con formación en LSP del Proyecto Especial del Bicentenario de la Independencia del Perú, la antesala se convirtió en un espacio accesible donde todas y todos pudieron expresarse y sentirse parte de esta celebración tan especial.


Una imagen que muestra a la intérprete de señas en acción. Ella viste de negro y lleva el pelo corto y parcialmente recogido. Al fondo, desenfocado, se ve algunos integrantes de la banda de música.


El Gran Teatro Nacional reafirmó su posición como un referente cultural al mostrar su compromiso con la diversidad y la inclusión. Esta celebración vibrante y accesible demostró que el arte y la música tienen el poder de unir a las personas, sin importar sus diferencias. La convocatoria fue realizada en alianza con CONADIS y el gentil apoyo del programa Turismo Social del MINCETUR . Sin aliados institucionales tan valiosos, no podríamos seguir abriendo camino para la accesibilidad cultural y el desarrollo de nuestro teatro. Y ahora… ¡Que sigan los éxitos y las celebraciones durante muchos años más!