Así es el adulto mayor: persona activa y vigente. Con grandes experiencias y ganas de vivir. Con historias que contar y mucho por entregar. Sabios por esencia, porque “más sabe el diablo por viejo que por diablo”. Pero muchas veces son degradados y considerados como personas del pasado, aunque estén -frente a nosotros- en el presente y -por su gran experiencia- puedan darnos consejos para el futuro.

 En este marco, el Gran Teatro Nacional (GTN) realiza una programación de actividades para el adulto mayor desde el enfoque de Comunidad del Área de Públicos del programa “Grandes Audiencias”. En la mañana del 15 de mayo del 2019, la actividad planificada era Visita guiada + Concierto didáctico.


Manos tímidas

Guiados al foyer 3 - en el tercer piso - del GTN, los adultos mayores fueron invitados a sentarse en las sillas ya preparadas. Algunos conversaban, mientras otros observaban asombrados el espacio - era la primera vez que visitaban el GTN. Fueron recibidos por agradables personas, quienes estaban dispuestos a escuchar y responder cualquier pregunta de sus invitados.

“A mí me da mucha curiosidad saber si alguna de las personas que están aquí practica algún tipo de arte escénica”, preguntó Rosa Victoria desde el frente de los espectadores, mientras Daniel -atento a las respuestas- se acercaba a las tímidas manos levantadas y les otorgaba la palabra. Rosa Victoria Chauca y Daniel Paiba son parte de los animadores culturales del GTN y los encargados de guiar la visita de esta mañana.


Tercera llamada

“¿Qué hora es?”. “Las diez y catorce”. “Gracias joven”, responde la señora con una sonrisa y voltea rápidamente a observar la puesta en escena de sus anfitriones. Hacia el frente ingresaba una niña con su abuelita. “Primera llamada”, se escucha una voz en off. La niña preguntaba - ansiosa - que había sido eso. Su abuelita le explicó - y al público también - que en el Teatro se realizan tres llamadas antes de la función, y una vez que se escucha la tercera, significa que el espectáculo ya va a iniciar

Un trabajador - con un acento en particular - entra en escena y al encontrarse con los personajes les explica y aclara sus dudas. “En el teatro se deben cumplir cuatro acuerdos de convivencia teatral”. Estos son: llegar temprano, no ingerir alimentos, apagar el celular en la sala y evitar hacer cualquier registro dentro de la sala de teatro. Se vuelve a escuchar la voz en off, “Tercera llamada” . Al oírla, los personajes se despiden del público y salen rápidamente - en medio de calurosos aplausos - de escena, pues la función estaba punto de comenzar.

 

Un paraíso peculiar

Como siguiente área a visitar, seguía - nada más y nada menos - la sala principal del Gran Teatro Nacional. Los visitantes se sentaron en las butacas mientras escuchaban la explicación de los animadores culturales.

La sala principal está construida de madera y cuenta con parlantes en forma de “J”, que están conformados por trece segmentos y dirigidos a una parte específica de la sala. Esta distribución permite escuchar con el mismo nivel de intensidad en cualquiera de las -mil quinientas (1500)- butacas y en cada uno de los -cuatro (4)- pisos. Y es que “el Gran Teatro Nacional es considerado a nivel mundial como el tercero mejor en cuanto a infraestructura acústica”. El público aplaudía eufóricamente con un gran sentimiento de orgullo, pues su Perú tenía un reconocimiento a nivel mundial.

“¿Dónde queda el paraíso?”, se escucha en medio de la algarabía. “El paraíso, ¿la ciudad?”, responde Daniel. “No, ¿Cuál es la zona del teatro llamado “el paraíso”? reafirma un señor -de parte del público- con voz firme y enérgica. Todos intercambiaban miradas, nadie sabía qué responder. El señor, quien se había robado la atención de toda la sala, relató que se llama “paraíso” a la parte más alta del teatro, y por dicha alusión recibe este nombre.

Si bien, los adultos mayores fueron a aprender, ellos también tienen mucho que enseñar La experiencia ha sido la mejor guía en el trayecto de sus vidas. Redescubramos a los adultos mayores y nos llevaremos una grata sorpresa.

Daniel agradeció al señor y agregó algunos datos más. “Bien observadores son” añadió Rosa Victoria, y toda la sala comenzó a reír.


Voces que corear

Como parte de la programación, era momento de trasladarse a otras áreas. Después de pasar por las puertas magnéticas, los siguientes espacios recorridos fueron las Salas de ensayo del Ballet Nacional, Orquesta Sinfónica Nacional y Coro Nacional.

El público presenció la práctica en vivo del Coro Nacional, ellos ensayaban el Avemaría, versión de T. de Victoria. Solo se necesitó unos minutos para quedar maravillados con dichas voces. Mientras unos tarareaban en voz baja, otros preferían cerrar los ojos y escuchar la melodía, pues - por unos minutos - tenían al Coro Nacional para ellos solos y no podían desaprovechar la oportunidad.

 

Más música

Luego, rápidamente tenían que regresar al foyer 1 - primer piso - donde los esperaba el elenco de música peruana de la UPC. La prueba de sonido ya estaba terminada. Los instrumentos estaban en su posición. Las sillas estaban en su lugar. Todo listo para comenzar.

El público se ubicó en sus asientos, los animadores culturales presentaron al elenco invitado y empezó la música, todos sonreían y… Pero esta parte del relato ya no corresponde contarlo en estas líneas. Este concierto forma parte de otra gran historia.