Si bien la música de los Cimarrones es un mix de géneros como el rock, reggae y jazz, entre otros; el ritmo afroperuano es la columna vertebral de la banda. Así, la raíz de lo afroperuano se sintió al segundo de escucharlos.

El Afuera Fest llegó por tercera semana consecutiva a la terraza del Gran Teatro Nacional (GTN) con la presentación de Cimarrones, banda peruana de afro-rock.

Viajemos en el tiempo a la América colonial, época en la que los españoles llevaban consigo esclavos africanos para hacerlos trabajar en las tierras conquistadas. Algunos esclavos se resignaban, después de un tiempo, al trabajo infrahumano delegado; otros no se doblegaban, sino que se escapan del yugo de sus amos y luchaban por su libertad. Este último grupo de esclavos rebeldes fue denominado "cimarrones".

Desde 1990, en un contexto totalmente diferente, la banda liderada por Amador “Chebo” Ballumbrosio (voz y percusión), Daniel Flores (guitarra) y Gabriel Bustamante (batería), ha tomado el vocablo cimarrones para denominar a su agrupación. Así, Bustamante señaló que se identifican con el término ya que “más que libres, somos fugitivos. Defendemos como podemos nuestra idea y proyecto musical”.

Las 19 horas del 19 de febrero fue la fecha programada para la presentación de Cimarrones en el Afuera Fest. Había llegado ya la hora, la gente comenzaba a murmurar, a mirar sus celulares y relojes. Algunos preguntaban a las personas de seguridad si se demorarían más, pero ellos no tenían la respuesta a la interrogante. Luego de unos minutos -que parecieron horas- de espera, los Cimarrones ingresaron al escenario. Detrás de ellos subió Mauricio Salas, director del Gran Teatro Nacional, quien ofreció palabras de bienvenida al público y dio por iniciada la tercera fecha del Afuera Fest.

La gente se olvidó de cuánto había esperado y comenzó a mover su cuerpo al compás de la música. Si bien la música de los Cimarrones es un mix de géneros como el rock, reggae y jazz, entre otros; el ritmo afroperuano es la columna vertebral de la banda. Así, la raíz de lo afroperuano se sintió al segundo de escucharlos. Luego algunas de las canciones de sus álbumes “Seré oye” y “La Raíz”, tocarían una que el público no se esperaba.

 

-El Afuera Fest y el reto GTN -

El Afuera Fest es una nueva propuesta de espectáculo. El GTN explica que es un festival que consiste en invitar agrupaciones con diferentes estilos musicales. El objetivo es acercar a todo público al teatro, por ello, los conciertos no se realizan en las instalaciones convencionales, sino en la terraza, lo que facilita el libre ingreso. Aun los que se resisten a pisar las instalaciones del GTN, pueden disfrutar del concierto mientras esperan sus buses o simplemente están en los alrededores.

La característica peculiar del festival es el reto GTN: tocar una pieza musical clásica al estilo de la banda invitada. Se dio libre albedrío para elegir en qué momento de la presentación tocar el cover, cómo poner su propio sello a la canción y transmitirlo al público. En este caso, los Cimarrones se enfrentaron al desafío de interpretar Gymnopédie N.° 1 del compositor y pianista francés Erik Satie.

Daniel Flores fue quien presentó la canción al público, agregando bromas para mantener el ambiente en el lugar. Explicó que se trataba de una pieza de piano lenta y que se podía bailar abrazado si se quería. El público se encontraba a la expectativa de lo que podía ocurrir, así que guardó silencio.

Los primeros minutos fueron de análisis. Los espectadores trataban de adivinar qué canción era la que se estaba tocando mientras que los miembros de la banda se comunicaban con miradas, tal vez muy concentrados en interpretar lo mejor posible la melodía de Satie. La gente empezó a comentar acerca de la melodía, hasta que el estilo Cimarrones entró en escena. Las miradas extrañadas entre los asistentes se disiparon al escuchar con familiaridad el nuevo ritmo. Al terminar la interpretación Flores confesaría que “fue un reto sacar el tema”.


- Zapateo del alma - 

Los límites no existen cuando uno realmente quiere realizar una acción. Alrededor de las 4:00 pm. llegó la primera asistente al concierto. Una joven con silla de ruedas subió a la terraza y se acomodó lo más cerca que pudo al escenario. Tuvo el privilegio de ver el ensayo general de la banda y luego, tomarse una foto con “Chebo”. Antes de iniciar el espectáculo, otra chica también en silla de ruedas se ubicó a su lado y juntas disfrutaron, rieron, aplaudieron y bailaron. El ritmo fue contagiante para todos.

Niños, jóvenes, adultos e incluso bebés zapatearon al ritmo de los Cimarrones. Y es que uno puede pensar que este tipo de festivales está pensado para un determinado público, pero no. Tal vez eso es lo interesante. Se trata de un espacio abierto para amantes de la música reunidos en torno a la propuesta musical de bandas con diferentes estilos. Cada uno de ellos para cada fecha. El #AfueraFest continua.