Recuerdo la primera vez que asistí a ver una obra de teatro. Una amistad me pidió que la acompañará, y aunque no estaba seguro de ir, terminé aceptando. Por momentos pensaba en cancelar la invitación, ya que creía que el teatro era un espacio donde solo se actuaban historias aburridas y tediosas. Qué equivocado estaba. Salí de la sala muy emocionado y lleno de un sinfín de preguntas. Por suerte, cada una de ellas fue respondida por mi acompañante y llegué a romper ese absurdo prejuicio que tenía del teatro y -sin proponérmelo- había conocido un mundo nuevo.

Pues bien, esa emoción inexplicable e irrepetible que tuve en aquella ocasión volvió a mi mente cuando asistí al Gran Teatro Nacional a espectar ‘Sisi y su primera ópera’. Esta vez eran los asistentes de la función quienes disfrutaban y pasaban un momento especial en familia. Los niños acompañados de sus padres eran el alma del espectáculo y en complicidad de Sisi y su inseparable Lala convirtieron al GTN en un espacio mágico.

Sisi y Lala, en esta oportunidad, nos presentaron una aventura musical que tenía como personaje principal a la ópera. Y a pesar de que a veces se tiene la idea de que la ópera puede resultar aburrida, bueno, esta obra se encargó de deshacer esa creencia errónea e introducirnos a un mundo interesante en donde nos enseñaron técnicas de canto, las diversas tipos de voces que existen y la magnificencia de sus representantes por el paso del tiempo.

Además, sería injusto no mencionar a Papageno, el hombre pájaro, de “La Flauta Mágica” de Mozart, quien con sus divertidas ocurrencias y poseedor de un carisma envidiable hizo posible que los presentes se divirtieran a más no poder y nos conectemos de inmediato en sus aventuras por el mundo de la ópera.

Es así como ‘Sisi y su primera ópera’ es una única y bonita invitación para acercar a los más pequeños de la casa -y a los adultos también- al mundo de las artes escénicas. Asimismo, como mencioné líneas arriba, para empezar a desechar la idea de que el teatro tiene que ser un lugar serio y aburrido. Y es que así seamos niños o adultos nunca es temprano o muy tarde para aprender algo nuevo, en especial, si es con Sisi y su gran amiga Lala.